News — 26 February, 2024

Jóvenes Trazando Resiliencia en San Antonio de Prado, Colombia

Descubre el impactante trabajo voluntario de Ana Restrepo y un grupo de jóvenes en San Antonio de Prado, Colombia. Su enfoque en el mapeo colaborativo no solo identifica áreas de riesgo, sino que también fomenta la participación ciudadana y demuestra cómo la juventud y las herramientas de mapeo pueden impulsar un cambio social significativo.

En las afueras de Medellín, Colombia, se encuentra el corregimiento¹ de San Antonio de Prado. Este lugar rodeado de colinas y bosques, destaca especialmente por tener tanto naturaleza como vida urbana. Sin embargo, la comunidad que vive allí enfrenta un desafío significativo: los deslizamientos de tierra amenazan su seguridad y bienestar. La topografía montañosa y las intensas lluvias propias de la región crean un escenario propicio para la erosión del suelo y la ocurrencia de deslizamientos, poniendo en riesgo la seguridad y el bienestar de su comunidad.

En este contexto, nos encontramos con Ana Carolina Restrepo, una estudiante de Ciencias Ambientales de 20 años nacida en San Antonio de Prado. Su visión de la vida es decidida y proactiva. Su aprendizaje en herramientas de mapeo comunitario ha sido su guía. Ella, junto a un equipo de jóvenes pertenecientes a YouthMappers, ha emprendido un proyecto que va más allá de simplemente cartografiar zonas de riesgo; su objetivo es involucrar de manera activa a la comunidad para asegurar que sus necesidades queden plasmadas en las decisiones que se tomen.

En nuestra charla con Ana, exploramos sus motivaciones y cómo el mapeo de impacto social se convierte en una expresión tangible de resiliencia para contribuir a su comunidad frente a la constante amenaza de deslizamientos de tierra.

CONOCIENDO A ANA RESTREPO: LIDERESA JUVENIL

—¿Quién es Ana?

—Soy una joven independiente de 20 años con metas y proyectos claros. Siempre estoy en búsqueda de acciones que impacten en mi comunidad. Me encanta hablar, tomar café, y relacionarme con mi entorno. Soy una persona líder, participo en proyectos donde trato de ser una persona de apoyo, de escucha y colaboración. Dado que vivo sola desde hace tiempo, considero que he aprendido a adaptarme. Actualmente, estudio Ciencias Ambientales en la Universidad del ITM y trabajo en mis tiempos libres.

Cuando Ana relata su introducción al mundo de las ciencias ambientales, comparte cómo su elección de esta carrera fue influenciada por su profesora de ciencias sociales, quien también era geóloga. En una de sus clases, la profesora les habló sobre la composición de la Tierra, un tema que cautivó a Ana desde el principio. Inicialmente, su aspiración era estudiar ingeniería geológica, pero finalmente optó por las ciencias ambientales. Esta carrera le brindó la oportunidad de unir sus dos grandes pasiones: la investigación y la educación. Lo que más le motiva es la posibilidad de enseñar y contribuir a proyectos significativos. Ana encontró en las ciencias ambientales el equilibrio perfecto entre sus intereses y su deseo de marcar la diferencia en el mundo.

SAN ANTONIO DE PRADO: UN RETRATO ENTRE MONTAÑAS Y DESLIZAMIENTOS

Con este trasfondo, Ana nos ofrece una visión de su comunidad, San Antonio de Prado. En el mapa, se muestra como una zona con una topografía predominantemente montañosa, creando un paisaje vertical. Rodeada de montañas, lagunas y ríos, Ana destaca la belleza natural que los rodea. Su entusiasmo destaca cuando menciona la Quebrada Doña María, la cuenca principal del corregimiento que es esencial para la producción y suministro de agua potable. A pesar de las preocupaciones por desbordamientos ocasionales, esta quebrada es una presencia constante en la vida de la comunidad y una fuente invaluable de recursos naturales.

San Antonio de Prado alberga a una gran población y ostenta el título de ser el segundo corregimiento más extenso de Colombia. La esencia de esta comunidad se manifiesta en la abundante nubosidad, el clima frío y las notables variaciones de temperatura a medida que uno asciende por la ciudad. Aquí, el aire posee un aroma distintivo, único en comparación con otros lugares. Además, el constante sonido de los automóviles y vehículos de transporte público es una parte integral del paisaje sonoro, dada la extensa red de transporte que recorre las veredas y conecta el corregimiento con el centro de la ciudad.

En ese contexto, le pedimos a Ana que nos brindara una perspectiva más profunda sobre los deslizamientos de tierra, una de las problemáticas más apremiantes que afectan a la comunidad.

— La problemática que enfrentamos en San Antonio de Prado está vinculada al agua represada en las montañas, generando movimientos en masa. Convivimos con la realidad de estar rodeados de montañas y diversas partes del corregimiento presentan problemas geológicos. La problemática es tan palpable que decidieron enfocarse en nosotros para este proyecto. Nos centramos en el proyecto debido a los riesgos en veredas como Potrerito y Montañita, donde hay muchos puntos críticos.

En 2022, San Antonio de Prado experimentó un deslizamiento importante que resultó en dos muertes, lo que generó una alerta en toda la comunidad. Este evento fue un llamado de atención que destacó la vulnerabilidad de la zona. Además, en las veredas de Potrerito y Montañita, dos de las siete que conforman el corregimiento, hubo deslizamientos que destruyeron una carretera clave. También, en Potrerito, una roca obstruyó el flujo de agua durante fuertes lluvias, causando inundaciones y daños en viviendas. Estos incidentes resaltaron la urgente necesidad de abordar la problemática de los deslizamientos de tierra y garantizar la seguridad de la comunidad.

LA JUVENTUD COMPROMETIDA EN EL MAPEO COMUNITARIO: IMPULSANDO EL CAMBIO

Ana se enteró del proyecto a través de las redes sociales cuando vio una invitación del grupo de investigación de la Universidad de Antioquia que anunciaba un mapeo participativo en San Antonio de Prado. Su emoción fue inmediata, ya que en el semestre anterior se había sumergido en el mundo de los sistemas de información geográfica. Se inscribió y asistió al primer encuentro, donde les explicaron la esencia del proyecto. Aunque al principio le pareció un poco confuso, se entusiasmó al descubrir que era algo simple, una oportunidad en la que podía contribuir y aprender al mismo tiempo.

— ¿Por qué decidiste participar?

— Mi motivación para participar en el proyecto de mapeo fue principalmente mi amor por el trabajo en campo. Con una formación técnica en monitoreo ambiental, me siento en mi esencia al aire libre. La primera experiencia de mapeo fue emocionante; salir con todo el equipo a mapear la Vereda Montañita fue acogedor y lleno de ánimo. Aunque al principio me causaba un poco de temor, Yessica de los Ríos, nuestra líder, se tomó el tiempo de explicar todo detalladamente, haciendo que el camino fuera más ameno. La camaradería del equipo y la disposición de todos hacían que este proyecto fuera algo hermoso.

La primera vez que Ana salió sola para realizar el mapeo, representó un paso significativo en su participación en el proyecto. A pesar de sentir cierta incertidumbre sobre cómo reaccionaría la comunidad al verla con una cámara en una moto, la cálida acogida que recibió por parte de la comunidad y su genuino interés en conocer su propio corregimiento superaron todas sus expectativas. Descubrir lugares desconocidos y deslizamientos que conectaban con otras veredas resultó ser una experiencia fascinante, lo que le hizo comprender aún más la importancia de conocer su comunidad y comprender sus desafíos.

A partir de esos momentos, Ana tomó la decisión de seguir involucrándose de manera activa, sintiendo una conexión más profunda con su corregimiento y convirtiéndose en una parte esencial del proyecto.

— ¿Qué impacto ha tenido en ti el proyecto?

— Relaciono mi experiencia personal con el propósito del proyecto, reconociendo la importancia de involucrarme en la comunidad. El hecho de que las personas ahora me reconozcan y sepan de mi participación en el proyecto me ha permitido establecer conexiones más sólidas en el ámbito social. Además, la iniciativa de mapeo me ha brindado la oportunidad de enfocarme en mi especialización en sistemas de información geográfica. Verlo como un campo de crecimiento profesional me impulsa a avanzar y aprender más, fortaleciendo mi conexión con la universidad y otros proyectos relacionados.

Ana, ahora, se encuentra más inmersa en la vida social del corregimiento, compartiendo abiertamente sobre el proyecto y sus beneficios para la comunidad. Este involucramiento ha ampliado su perspectiva y le ha permitido adquirir habilidades valiosas tanto a nivel personal como profesional.

EL FUTURO DEL MAPEO COMUNITARIO EN SAN ANTONIO DE PRADO

— ¿Qué impacto ha tenido en tu comunidad?

— La comunidad ha sido tan vulnerable y alejada, principalmente porque hemos estado muy distanciados del municipio. Las personas suelen cargar toda la responsabilidad en el proyecto. Entonces, cuando hacemos encuentros sociales, quieren involucrar todo en el proyecto. Están buscando una forma de liberar todas esas inquietudes o malestares que tienen y que nadie ha escuchado realmente. Eso es lo que ha impactado en la comunidad. Sí, en estos días me encontré con personas líderes ambientales. Hubo una chica que se ofreció a colaborar conmigo. Me dijo que podía ayudar conociendo el corregimiento, observando las vulnerabilidades y los desastres que hemos tenido. Se puso a disposición para ayudar; ella es bióloga y está involucrada en muchos temas ambientales.

La presentación del proyecto a la comunidad marcó un hito significativo. Los aportes que fluyen hacia la comunidad simbolizan la culminación del proyecto, brindando a los residentes de San Antonio Prado una comprensión palpable de la colaboración que han forjado. La herramienta de mapeo participativo y colaborativo se convierte en un legado valioso para la comunidad, otorgándoles la libertad de utilizarla según sus necesidades y contribuciones. Se ha convertido en un recurso arraigado que permanecerá siempre accesible para ellos. Este activo, ya integrado en la conciencia comunitaria, ofrece la certeza de poder retomarlo en el futuro.

Lo que entusiasma a Ana es que este proyecto no tiene un final definitivo; está arraigado en la realidad. La posibilidad de retomarlo en el futuro sigue latente, permitiendo continuar respaldando y mejorando la comunidad, así como abordar los desafíos que puedan surgir.

POR UN FUTURO RESILIENTE Y PARTICIPATIVO

— ¿Qué sigue para ti, Ana?

— Volverme a involucrar en otro capítulo o proyecto. Me inscribí en una convocatoria para otro proyecto de mapeo participativo del Hub de Mapeo Abierto en Latinoamérica y el Caribe. Para la comunidad, quiero que este proyecto no termine. Deseo que continúe, que podamos darle una continuidad, que tenga otro análisis más conciso y que podamos hacernos visibles a nivel municipal.

Al participar, Ana se quedó con ganas de aprender a manejar drones. Ana pensó: “Si alguno de ellos hubiera sabido volar, les habrían prestado el dron para que pudieran hacer las ortofotos”. La falta de capacidad técnica para emplear esta herramienta la inquieta. Existe una brecha considerable en la parte técnica necesaria para afrontar estos proyectos. Aunque actividades como hacer polígonos, líneas o ir a hacer Street View pueden parecer simples, Ana reconoce que hay una parte analítica que queda en manos de otro equipo. Aprender y capacitarse no solo en lo técnico sino también en la comunicación eficiente con la comunidad es fundamental.

— Mi intención es no alejarme del mapeo participativo. Quiero participar en otros mapeos a los que HOT nos invite, como la Activación tras el Huracán Otis en Acapulco, donde estoy actualmente participando. Cuando me interesa, me animo, me involucro, porque sé que en algún momento llegará una oportunidad aún mejor. Eso es lo que trato de hacer todos los días.

En San Antonio de Prado, donde los deslizamientos de tierra amenazan la armonía natural, Ana Carolina Restrepo se destaca como una fuerza transformadora. A sus 20 años, Ana es una joven líder apasionada por los proyectos de mapeo comunitario, trazando no solo el contorno de los riesgos, sino también tejiendo la participación ciudadana en el corazón de la toma de decisiones. Su labor no solo busca mapear el presente, sino construir un futuro resiliente, donde los mapas se convierten en herramientas vivas para la gestión de riesgos ambientales. Aunque su proyecto inicial en San Antonio de Prado concluye, el espíritu de mapeo participativo promete seguir vibrando en la comunidad y en cada proyecto en el que Ana participe, consciente no solo de explorar nuevas fronteras de compromiso y prevención en su comunidad, sino en toda la región latinoamericana.

¹ Corregimiento: De acuerdo a Wikipedia, los corregimientos en Colombia son un tipo de división del área rural de los diferentes municipios del país; es una instancia intermedia de los núcleos de población alejado o no aglomerado de la cabecera municipal en el municipio. El corregimiento engloba un conjunto de veredas y centros poblados.